Cerca
de una docena de parejas ya han concebido hijos ‘sin
taras’
R. GARCÍA DEL RÍO / MÁLAGA
Con el nacimiento
del primer bebé libre de una enfermedad hereditaria en la
sanidad pública española todavía en la memoria -el pasado
mes de julio-, parejas de la provincia de Málaga han empezado
a acudir de forma masiva tanto al Hospital sevillano Virgen
del Rocío, referente en Andalucía para el diagnóstico genético
preimplantacional, como a clínicas privadas, gracias a la
confianza que otorga este primer éxito de la Unidad de Genética
y Reproducción del centro hospitalario hispalense.
No obstante, en Málaga alrededor de una docena de parejas
han conseguido, en el sector privado, concebir un hijo libre
de enfermedades genéticas, aunque también se han beneficiado
de esta técnica “madres mayores de 45 años o mujeres que
han sufrido numerosos abortos por causas cromosómicas”,
informó el director de la Unidad de Reproducción de la Clínica
Gutenberg de la capital, Manuel Martínez Moya.
En concreto, este centro ha tenido excelentes resultados en
los años que lleva desarrollando esta técnica, llegando a
trabajar hasta con 1.200 ciclos reproductivos, de los que 13
han conseguido engendrar un feto sin patologías hereditarias.
En este punto, el doctor Martínez Moya precisó, en
declaraciones a Diario Málaga, que a pesar de que las cifras
no son muy abultadas, “hay que tener en cuenta que la mayor
parte de los embriones que se consiguen en cada ciclo suelen
estar afectados o sólo se obtiene uno sano”.
Alrededor de una decena de clínicas y laboratorios españoles,
casi todos en el sector privado, ofrece este servicio, aunque
todavía de forma limitada.
La mayoría trabaja en la selección de embriones en cuatro o
cinco dolencias más frecuentes en la población, como la
fibrosis quística, la atrofica muscular espinal o el síndrome
X frágil. La complejidad técnica que implica el diagnóstico
genético preimplantacional exige contar con personal muy
cualificado y con un buen laboratorio. De hecho, a muchos
centros de reproducción asistida e, incluso, hospitales públicos
no les compensaba hasta hace relativamente poco involucrarse
en esta labor debido a la escasa demanda.
Así, este procedimiento consiste en rastrear mutaciones en el
ADN en una o dos células de un embrión de tres días de vida
obtenido por fecundación in vitro. Tras el análisis, que se
lleva a cabo en unas horas, se descartan los embriones
afectados. Los que no muestran rastros de tara, se transfieren
al quinto día de vida al útero de la madre. De esta forma,
se prevé que en un futuro haya enfermedades cuyos nombres no
tendrán significado para las próximas generaciones.
VISIONES
La Iglesia, contraria, lo tilda de práctica eugenésica
Carmen, hija de un matrimonio con altas probabilidades de
transmitir a su descendencia la carga genética con la que
podría desarrollar la distrofia muscular de Duchenne -una
enfermedad rara que se caracteriza por la degeneración
progresiva de los músculos-nació el pasado julio en el
Virgen del Rocío de Sevilla. La Conferencia Episcopal
considera que la niña no ha sido “liberada de un mal
hereditario” ni “curada de nada”, según indicaron en
una nota de prensa que titularon ‘La eugenesia no es curación;
a propósito de supuestos avances en la sanidad’. Los
obispos critican la técnica empleada y aseguran que el
nacimiento de Carmen es una práctica eugenésica. Lamentan
que los “hermanos” de Carmen, “en su fase de embriones,
han sido destruidos o congelados para un destino incierto”,
“más, si cabe, cuando está en cuestión un derecho
fundamental básico como es el derecho a la vida”, añaden.
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